Calatrava y el renacimiento de las ciudades

Hay momentos en los cuales definitivamente los temas nos encuentran e insisten con su presencia hasta que no podemos sino hacerlos cuerpo a través de la escritura. En este caso se trata de la arquitectura, que ejerce una gran fascinación en mí desde siempre y de la cual he tenido que ocuparme especialmente en los últimos días para un posible proyecto que me tiene entusiasmada.

La arquitectura es una disciplina particular, pensaba esta mañana, una disciplina fronteriza y lo que me fascina de ella es justamente eso, que sea borderline: técnica, cálculo y arte interconectados en la personalidad de que diseña y lleva a cabo una obra que, al final, tendrá un objetivo para la gente que la va a habitar.

Pensé eso mientras tomaba unas notas y esta tarde me encuentro con las declaraciones de uno de los arquitectos más importantes del mundo: Santiago Calatrava, lo cual también es una suerte de azar porque es una referencia que se repite en los últimos tiempos para mi. De hecho, la imagen que acompaña este post la tomé en la mañana que iba de Zaragoza a Madrid y es el puente que Calatrava diseñó y que comunicará la estación de trenes con la Expo que tendrá lugar el mes que viene allá.

Algunas de las cosas que llamaron mi atención de las palabras del arquitecto:

Sobre el rol social de la arquitectura:

La mayoría de los trabajos que yo he hecho son de obra pública, de dominio público, que quiere decir que va dirigido a todos. Creo que mirando estos 27 años de trabajo, es una gran satisfacción para un profesional ver que sus obras son utilizadas por tantas miles de personas.


El futuro de las ciudades:

Calatrava es sumamente optimista y eso me gusta, aunque viendo el caos de nuestras ciudades cuesta sostenerlo por momentos. Para él la explosión poblacional que tuvieron las ciudades en el siglo XIX y XX es algo que no volverá a ocurrir y pronostica una mejoría en las condiciones de vida. Una suerte de edad de oro:

Creo que si el siglo XX nos trajo una cantidad enorme de personas a las ciudades, que crecieron sobre todo aquí en Europa de decenas de habitantes a ciudades millonarias prácticamente en dos generaciones, en menos de 30, 50 años, ese ritmo ahora se calmará. Ya no habrá posibilidad de ver pasar a una ciudad de 2 mil habitantes a una de 2 millones como hemos visto, yo no creo que esa proporción de multiplicar por diez el número de habitantes, que esa conurbanización, vuelva a ocurrir. El siglo XXI será un tiempo de reconciliación con la ciudad, en el que a fuerza de mejorar los transportes urbanos y la infraestructura, las ciudades volverán a renacer como sitios en los que será agradable vivir.

Antropomorfismo y diseño:

Es bueno que las cosas tengan un enigma y no es bueno entonces contar demasiado sobre las obras. Pero sí es cierto que tienen un aspecto antropomórfico y le explico por qué. Cómo los usuarios son hombres, es lógico que las personas además de estar virtualmente en el centro de la obra, sean el elemento de inspiración de la obra en sí misma. Como en la antigüedad clásica, utilizar el hombre como medida en la arquitectura y como medida de todo es una doctrina común y de gran clasicismo….

Aviso

Esta entrada corresponde al archivo histórico de Ciberescrituras (2005-2012).

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