El horror tras una sonrisa

A través de Tökland llego a este impecable post de Carlos Caridad Montero en Blogacine donde deconstruye lúcidamente las imágenes tomadas en la cárcel de Abu Ghraib en Iraq y que escandalizaron en su momento (y aún ahora) por el cinismo y la crueldad de un grupo de jóvenes estadounidense que vejaron y asesinaron a un grupo de prisioneros, dejando registro gráfico de todo ello.

Lo escribe a raíz de la aparición del documental de Errol Morris, Standard Operating Procedure, en el que el realizador parte justamente de la contradicción entre la sonrisa y la expresión dulce de la joven Sabrina Harman.

Yo tenía alrededor de 20 o más fotografías de Harman –de Abu Ghraib y al Hilla, donde estuvo destacada antes de Abu Ghraib– en las que ella sonríe con sus pulgares erguidos. Yo sentía que mostrar 10 o 20 fotografías con sus pulgares erguidos en realidad no explicaban esta sola foto. Está bien decir que todos los patos parpan, pero por qué este pato lo hace en esas circunstancias. Yo tenía que saber: ¿por qué ella está sonriendo mostrando sus pulgares en esa imagen? Su explicación de que “simplemente lo hice”, no era satisfactoria. Me incomodó (…) ¿Qué es lo que realmente muestra esa fotografía? ¿Qué es lo que estamos mirando? ¿Una sonrisa? ¿Un asesinato? Y si es un asesinato… ¿Quién es el asesino? Yo quería respuestas para esas preguntas.

¿Podemos creer en las apariencias? ¿Podemos creer en el ser humano que tenemos enfrente? ¿Podemos fiarnos de una sonrisa?

Escalofriante, pero los invito a entrar a la página del documental donde el realizador publica entrevistas e imágenes de los actores involucrados. Tampoco se pierdan el trailer en el post de Carlos.

Ah, por cierto, hoy es 4 de julio …. para reflexionar aún más acerca de las contradicciones.

Aviso

Esta entrada corresponde al archivo histórico de Ciberescrituras (2005-2012).

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