La blogósfera: entre la libertad y el control.

Este domingo tuve la oportunidad de entretenerme leyendo algunas noticias contradictorias acerca del mundo de los weblogs. La más resaltante, y la que más me alegró, tiene que ver con la salida del libro: “Blogs. La conversación en Internet que está revolucionando medios, empresas y ciudadanos” en el que 5 autores muy reconocidos en el área, disertan sobre varios temas relativos al impacto de los blogs.
Quiero comenzar citando el casi decálogo que publica el profesor Orihuela sobre las funciones de la blogósfera:

La blogosfera, analizada desde el punto de vista de su contribución al nuevo escenario de la comunicación pública, es entre otras cosas:

1. Un filtro social de opiniones y noticias

2. Un sistema de alerta temprana para los medios

3. Un sistema de control y crítica de los medios

4. Un factor de movilización social

5. Un nuevo canal para las fuentes reconvertidas en medios

6. Un nuevo formato aplicable en las versiones electrónicas de los medios tradicionales para coberturas de continuidad, catástrofes y accidentes

7. Un gigantesco archivo que opera como memoria de la Web

8. El alimento privilegiado de los buscadores por su renovación constante y su alta densidad de enlaces de entrada y de salida

9. La gran conversación de múltiples comunidades cuyo anclaje común es el conocimiento compartido.

Todas estas ideas que no hacen más que ratificar la importancia de esta herramienta como instrumento de construcción del conocimiento crítico y de nuevas vías de comunicación y publicación, que contrasta con algunas otras noticias y recomendaciones de defensa legal para quienes publican sus bitácoras.
Vemos, por ejemplo, en la página de la Electronic Frontier Foundation y en la guía de protección legal para bloggers de la Action Network algunas recomendaciones:
1) No atarse al sentido literal de las fuentes y tratar de captar el sentido global de las citas
2) No exagerar en las noticias y los reclamos.
3) Tener cuidado con las insinuaciones.
Entre los principales errores cometidos por quienes, finalmente, caen en la difamación están:
1) Repetir rumores
2) Citar fuentes no confiables o indebidamente contrastadas: “Si no puedes probar la verdad de las afirmaciones que citas, no las publiques” dicen.
3) Elaborar conclusiones sobre la base de hechos poco fiables
4) Uso irresponsable de los adjetivos
5) Presentar todas las caras de un mismo hecho: no es excusa para presentar argumentos difamatorios
Todos estamos permanentemente citándonos los unos a los otros y estamos inmersos en una cadena de referencialidad que es en parte, la que le brinda a esta red su naturaleza distintiva. Es difícil desprenderse del impulso a la censura, al control. Creo, sin embargo, que es un proceso de empoderamiento demasiado poderoso el que se está desatando con el desarrollo y consolidación de la blogósfera.
Por otro lado, no faltan las noticias cotidianas que nos refieren las estrategias de defensa del status quo por parte de algunos medios tradicionales. Pienso por ejemplo en aquella que apareció la semana pasada con el título: “El 43% de los periodistas con página web propia recibió amenazas por sus comentarios en el último año”. Se trata de comentarios sacados del Informe Anual de la Profesión Periodística 2005, que edita la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), según el cual, además de denunciar esa alta cuota de amenazas que reciben por los comentarios que publican, los periodistas encuestados: “están en su mayoría de acuerdo en que los blogs periodísticos forman parte de la equilibrada dieta informativa del ciudadano del siglo XXI.”
Por otro lado, añade la nota:

La experiencia de tener una ventana autónoma por la que asomarse a la red empieza a despertar curiosidad en el seno de la profesión, interesada en descubrir y explotar nuevas vías de expresión, según el documento. Así, más del 85% de los profesionales encuestados para el informe considera que con la llegada de Internet “se ha perfeccionado como profesional”, y hasta un 40% afirma que disfruta más su trabajo con esta herramienta.

Creo que lo expuesto muestra un poco más el cómo se está moviendo el panorama y de lo interesante de esta nueva “profesión”, que algunos se niegan a llamar asi, pero que, sin lugar a dudas está cambiando definitivamente las estrategias de la comunicación pública y los medios de información.
La resistencia es inevitable, el impulso a la libertad, tambien. El equilibrio es el reto… como siempre.

Aviso

Esta entrada corresponde al archivo histórico de Ciberescrituras (2005-2012).

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1 comentario

  1. ID: 228789
    A veces quizá añoro un poco la primera època de la weblog es decir por ahì en el 2003 en donde todo era más ingenuo sin tanta delimitaciones que están saliendo a diestra y siniestra.
    No es que esté en contra de las nuevas “formas” y “consejos” que parecieran ahora estar rondando el mundo de blog sino que al principio era todo como más natural. Más salvaje.
    Ahora se nota el mecanicismo social. El cómo deberían ser las cosas, si es que en esto de los blogs deberían ser de alguna manera.
    En fin el camino apenas comienza. Veremos que pasa con la corriente.
    Saludos.

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