El tema de las ediciones digitales es uno de los más atractivos en la web y tambien lo es la aplicación de las tecnologías de Información a la educación. Es indudable que, por más que cambie la forma, con lo que no se podrá acabar es con la lectura. Sin embargo uno de los escollos más importantes que se encuentra a la hora de implementar el acceso a las ediciones digitales es el conocido “problema de la pantalla”. No es un problema nuevo sino, de hecho, uno de los primeros que se comenzó a estudiar desde que aparecieron las computadoras personales.
El viernes pasado apareció en el portal de educ.ar un artículo titulado Leer en la pantalla escrito por Cecilia Sagol. En él, la autora bocetea algunas tendencias en el abordaje de esta relación.
Sagol distingue tres tendencias fundamentales:
1) Los que se enfocan en la oposición libro-pantalla: en esta sección la autora menciona como uno de los autores más importantes a Chartier con sus múltiples trabajos sobre la edición y la lectura:
algunos autores construyen la oposición sobre la base de identificar la pantalla como espacio multimedial fundado en la imagen más que en el texto y los libros como espacios del lenguaje verbal.
2) Los que minimizan la oposición libro-pantalla: Acá, resalta el nombre de Belen Gache y el libro digital Word Toys.
Lo central para Sagol, en este grupo es la experiencia desarrollada por autores que:
asimilan la pantalla al libro y tienden a relarivizar las diferencias o bien a imitar el mundo gráfico en la pantalla.
3) Los que enfocan su atención en la existencia de autores-lectores:
Otro eje podría reconocerse en la tendencia a combinar la lectura y escritura como una práctica indisoluble, que se propone en la web en forma indirecta a través de los formatos como los blogs o las bitácoras.
En este apartado, Sagol brinda como ejemplo, la experiencia de la publicación de Los estilitas de la sociedad tecnológica, una experiencia digital que su autor, Antonio Rodríguez de las Heras, sustenta en tres principios:
* La inmersión en la lectura
* La cinestesia del texto
* El plegado del texto
Creo que bien vale la pena tomar este articulo como una suerte de bitácora para hacer seguimiento a una discusión que resulta de las más fascinantes en el mundo digital. No es el objetivo de este post, pero seguirán otros a éste ya que el artículo, si bien resulta interesante, deja por fuera muchos referentes. Por lo pronto, los invito a que experimenten con estos links, al cual agrego uno que conocimos en el Taller de Escritura para Internet con José Luis Orihuela y es Heartbeat de Dora García. Un muy buen comienzo para “entrar” al tema.
La hermosa ilustración está tomada de la página de Juan José Millán siendo la primera vez que “monto” una ilustración que se salga de los márgenes internos del post pero me gustó el efecto … espero que no les incomode y que más bien lo disfruten.
En este otro texto, tambien de Sagol, encontrarán otras fuentes de lectura sobre el tema. Yo iré a ellas para mis próximos post al respecto.
En cibversivo
3 comentarios
ID: 630365
Yo no cambio la sensación de tener un libro en mis manos, olerlo, hojearlo y empezar a leer, eso es incomparable, Un saludo y buen día.
ID: 630705
Yo tampoco, Antonio. Me decalro bibliófila; sin embargo, no puedo tampoco negar las bondades, ni la inevitabilidad de las ediciones digitales. Es uno de esos temas en los que no existe blanco y negro.
ID: 631287
De acuerdo con Antonio, la sensación de tener un libro es incomparable. POr supuesto estan los aspectos más mundanos como la comodidad de poderse llevar el libro a la cama o aun viaje y no necesitar baterias.
Los libros digitales por supuesto abaratan costos de distribución e impresión. Ademas a veces necesitas leer solo un capítulo de algún libro,y es allí que las ediciones digitales te permiten adquirir solo las páginas que desees y no todo el volumen.
Como dice Juliana es otro de esos temas donde ambas posturas son válidas.
Saludos