Neutralidad Web en el tapete: ¿el cuento de los siete cabritos?

Gobiernos del Mundo Industrial, desgastados gigantes de carne y acero: vengo del Ciberespacio, el nuevo hogar de la Mente. En nombre del futuro os pido que nos dejéis en paz en el pasado. No sois bienvenidos entre nosotros. No tenéis ninguna soberanía sobre el lugar donde nos reunimos.

Este párrafo es el comienzo de la Declaración de Independencia del Ciberespacio redactada por John Perry Barlow y publicada el 9 de febrero de 1996. Cuando lo leí nuevamente en febrero de este año, gracias al recordatorio de Javier Cañadas le escribía que se trata de un texto hermoso e impactante y le daba las gracias por publicarlo nuevamente. Lo más impactante, sin embargo, para mi en este momento es su vigencia que me hizo recordar (con toda la distancia posible, por supuesto, pero con el mismo impacto emocional) las denuncias de los poetas Beat en la generación de los 60.
Internet y Libertad parecen sinónimos primarios, indiscernibles y para muchos de sus usuarios es un tema que ni siquiera debería discutirse o ponerse en duda. Pero muchos indicadores nos dicen que sí, que no hay que perder la pista de por dónde podrían emerger los intentos de control sobre nuestro querido entorno digital.
El año pasado, se llevó a cabo en Madrid la Cumbre Internacional sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad, en conmemoración de los atentados que sufriera esa ciudad dos años antes. A raíz del encuentro, Dan Gillmor propuso, junto con su grupo de trabajo sobre terrorismo e internet una serie de apuntes que resultaron en un texto que el propio Gillmor publicó en su bitácora y del cual encontramos una traducción (libre) en Mangas Verdes. De allí voy a citar únicamente los puntos que atañen a la legislación, democracia, control y gobiernos:

IV. La regulación mal entendida de Internet en las democracias establecidas podría amenazar el desarrollo de democracias emergentes.

1. El terrorismo no puede destruir Internet, pero la legislación demasiado celosa como respuesta al terrorismo sí podría. Los gobiernos deberían ejecutar sus acciones legislativas sobre la Red con una precaución extraordinaria.

2. Algunas iniciativas de gobierno que parecen razonables de hecho violan los principios básicos que han hecho de Internet un éxito.

3. Por ejemplo, varios sectores han pedido el fin del anonimato. Esta medida muy improbablemente pararía a los terroristas decididos, pero tendría un efecto glacial sobre la actividad política y reduciría la libertad y la transparencia. La restricción del anonimato supondría una avalancha de consecuencias no previstas que harían daño a la libertad de expresión, sobre todo en aquellos países en transición hacia un sistema democrático.

Ahora bien ¿a qué viene todo esto ahora? Pues a que en estos días se está discutiendo el tema de la neutralidad Web en el Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica y se teme que se vulneren algunos de los principios de libertad que siempre la han caracterizado, gracias a la petición de algunas de las principales compañias de telecomunicaciones. Lo curioso del caso, para mi, es que descubro que hay al menos dos bando que se erogan el título de principales defensores de la neutralidad Web.
Por un lado encontramos a la Organización Hands off the internet que han publicado tambien una presentación con algunos de sus principios:

1. La competencia leal o justa es la mejor manera de asugurar el mayor rango posible de elección para los consumidores

2. Los consumidores y las empresas debe ser libres de negociar en linea sin el miedo a ser pechados con impuestos dobles

3. Los gobiernos no deben tener poder de controlar los contenidos de Internet

4. Las leyes gubernamentales no deben favorecer o inhibir a ningun competidor de cualquier industria de Internet

5. Los usuarios de Internet deben tener total libertad en el uso de sus equipos y aplicaciones.

6. La mejor manera de detener futuros esfuerzos de los gobiernos para regulaciones es a través de la información a los usuarios de la Web, animándolos a hacer escuchar sus voces.

Ese es un grupo. El segundo se llama Save the Internet, una coalición de organizaciones, empresas ciudadanos y bloggers que se han unido para defender la libertad de la Web. Sus principios se sustentan en la idea de que la Neutralidad Web es la primera enmienda del Internet. Sin ella estaríamos en riesgo de perder la accesibilidad y apertura que la ha caracterizado y que ha revolucionado la participación democrática, la innovación económica y la libre expresión.
Ellos denuncian al primer grupo de estar financiado justamente por las grandes corporaciones en telecomunicaciones como At & t y desmontan punto por punto la presentación en lo que llaman “la gran mentira de la semana”. ¿Se tratará de la pata del lobo cubierta de blanco para que los corderos piensen que es su madre y les abra la puerta? Quien sabe, lo dejo a criterio de los lectores. Para más datos pueden ir al blog de este grupo donde, por cierto, verán que Moby los apoya. No estoy en capacidad hoy para un análisis más profundo, sin embargo, acudo a las palabras de uno de los “padres de la Web” Tim Berners-Lee quien recientemente escribiera un post al respecto:

The Internet is increasingly becoming the dominant medium binding us. The neutral communications medium is essential to our society. It is the basis of a fair competitive market economy. It is the basis of democracy, by which a community should decide what to do. It is the basis of science, by which humankind should decide what is true.

Let us protect the neutrality of the net.

Otros textos interesantes:
Entrevista con Siva Vaidhyanathan

Aviso

Esta entrada corresponde al archivo histórico de Ciberescrituras (2005-2012).

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