Un día como ayer…

.. algún tiempo atrás,  Alejandro Karpicius empezó a postear, y desde entonces no ha podido parar. Los caminos por los que lo ha llevado su incursión en la blogosfera lo conducen con frecuencia (asi como es él) a perderse del camino central (nunca ha sido Alejandro de los chicos que hacen caso) para explorar los laterales que, como todos sabemos, con frecuencia son mucho más interesantes que los principales.

¿Qué ha aprendido? (Porque ha aprendido, no vayan a pensar que pos andarse “por las ramas”, este chico no aprende). Él mismo nos lo cuenta:

Aprendí, o al menos creo por este momento eso, que para un blog pueden existir estrategias, tantas, como personas que los escriben. Pero dos cosas e intentado en estos años no perder de vista. Primero intentar escribir material propio más que reproducir lo de otros sitios. Se confunde a veces, cuando uno comienza este camino, escribir en un blog con ser periodista, o una especie de informador distribuido. Por esto lo segundo, mantener lo anterior con un sentido o lógica de publicación, esto es, escribir sobre ciertas cosas, no sobre todas las cosas que pasan, y con un sentido tal, que un artículo lleve al siguiente. Tal vez como los capítulos de un libro de temas diversos eterno.

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¡Fröhlichen Geburtstag, Karpi!

Hoy cumplen años millones de personas en el mundo, pero hay una en especial a la que quiero celebrar: Alejandro Karpicius, quien desde la patagonia argentina ha llegado a transformarse en una de las personas más importantes de mi vida. Si, suena exagerado pero es asi, y es que Ale es un tipo “mágico” de eso que parece irreal. Una suerte de gnomo (grande) que siempre tiene una idea ingeniosa y, sobre todo, una palabra acertada para devolverme a la línea de la alegría y de la creatividad.

Hoy Ale cumple una edad que no quiere confesar (más por hacerse el interesante que por otra cosa) pero es que la verdad es que no importa ya que siempre es, para nosotros (y cuando hablo de nosotros hablo de la cofradía de Proyectos al Sur) el pequeño de la partida, independientemente de la edad, de los hijos, de las responsabilidades, su alegría y capacidad de disrrupción hacen que siempre sea un niño de alguna manera. Ale, al igual que el personaje principal de una de sus películas favoritas, La naranja mecánica, está siempre en rebeldía, el orden no le va, no se ajusta y siempre anda buscando más y eso es muy motivador para quienes estamos alrededor.

Vaya públicamente mi felicitación de cumpleaños desde Ciberescrituras con un video que me llegó a través de un amigo la semana pasada. Happy Birthday por los inmortales Beatles. ¡Felíz cumple, Karpi!

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Volando a Madrid, rumbo a Zaragoza

Si, si, ya sé que me lo tenía calladito lo que pasa es que me voy sin aún creérmelo del todo… Salgo esta noche rumbo a Madrid y de allí directo, en tren a Zaragoza para asistir al XII Congreso Iberoamericano de Derecho Informático.

Realmente en el congreso mismo seré básicamente espectadora pero el trabajo fuerte e interesante lo tendremos los miembros y representantes de Coloriuris ya que el día lunes realizaremos una intensa jornada de trabajo. No digo más porque estoy segura de que después de eso tendré mucho que decir. Voy con mucho entusiasmo, algo de susto (vaya, de esos sustos sabrosos que da todo viaje). También voy con las ganas de encontrar gente en Madrid (ya les dije a tod@s, tranquilos si no pueden, cero obligaciones pero sería lindo encontrarlos). El mensaje también es para los que se encuentran allende Madrid, alguna solución encontraremos…

Me llevo mi MacBook ahora leopardizada y me prometieron conexión a Internet desde el hotel así que, en la medida en la que la independencia de batería y la conexión (eléctrica y a la red) me lo permitan, estaré conectada, twitteando todo lo que pueda (no sé si podré hacerlo desde el móvil, sospecho que sería demasiado costoso). Ya tendré oportunidad de escribir sobre eso pero el tema de la virtualización de la vida y la necesidad imperiosa de la escritura me tiene tomada.

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Juliana en una imagen y 18 palabras

¡Lo que hace uno por los amigos! Y va porque … bueno, porque ¿cómo decirle que no a un entrerriado como Ale? Si, nos gusta el microblogging, la concisión en el lenguaje y quizás esto nos ayude a conocernos y que nos conozcan mejor.

Un meme que implica responder a tres preguntas sobre nosotros con 6 palabras cada pregunta. ¿Resultado? 18 palabras que se supone deben resumir lo que somos (para nosotros mismo).

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