Tiempo y afectos en el uso de las TI´s

You don’t have to understand the

language to understand the heart

Joel Siegel

La frase del epígrafe me da el pié para comenzar a desarrollar una idea que no es mía sino que emerge de una conversación que surgió ayer viernes con mi grupo de estudiantes a raíz de que hiciéramos un ejercicio acerca del impacto de lo audiovisual en la comunicación.

Lo que yo temí pudiera convertirse en una serie de ensayos de corte más bien formal se transformó en una involucración de ellos (tienen entre 16 y 19 años) en la preocupación o más bien reconocimiento del impacto de las nuevas tecnologías en su vida cotidiana.

Quizás sea interesante contar que veníamos de leer y comentar el texto de Umberto Eco, El mago y el científico , que de alguna manera los sensibilizó a comprender los condicionantes ideológicos que subtienden a la comunicación, a la ciencia y a la tecnología, y les permitió ver el panorama de una manera un poco más critica y menos romántica.

Cuando comencé a leer los ensayos que iban entregando, me di cuenta que lo que yo pensé los iba a conducir a la elaboración de un texto más bien de corte teórico, devino en reflexiones personales que luego condujeron a una discusión grupal que se centró en dos elementos claves: la velocidad actual de las comunicaciones y el impacto de lo audiovisual en las emociones y, por ende, en la construcción de las relaciones humanas.

Dos ejes básicos guiaron la conversación: la velocidad y los afectos. El tiempo, el espacio y las relaciones humanas. La rapidez con la que nos enteramos de qué está ocurriendo en el otro lado del planeta, a veces más rápido que lo que nos enteramos de lo que pasa al lado. La rapidez de vida que imponen las comuniaciones instantáneas hace que, decía una de mis alumnas, se pierda la comunicación cara a cara pero, por otro, tambien ayuda a una deshinibición y a la superación de miedos, por ejemplo.

No es azaroso entonces que existan libros y movimientos llamando a recuperar la lentitud de una vida más sosegada, pero eso ya es otro tema y del que me quiero ocupar es el de las emociones. Uno de los chicos escribía: “a través de una canción, de una imagen, de un video nos permite, en distintos lugares, sentir cambios emocionales fácilmente”. Comentarios como ese se repetían en varios casos haciendo claro que se trata de un uso humano de la tecnología, lo cual desmitifica la idea de la tecnología como una herramienta fría y acèptica.

En resumen lo que rescato de todo esto es que al final de todo lo que vale es la experiencia. Y volviendo a la cita del epígrafe de Siegel, las palabras vacías de emoción no son las que llegan,n las que impactan. Pueden ser las correctas, pero no las efectivas y la blogosfera y la web 2.0 lo que nos está facilitando es llegar y conectar a más personas entre si y, eso esperamos, nos lleve a construir redes de interconectividad que conducan a nuevas realidades.

Esta conversación tuvo una continuidad en lo real-virtual con los alumnos del cursos de Carlos Neri esta tarde cuando les hablaba de esta experiencia y pudimos conversar, además de sobre lo anterior, acerca del impacto de lo afectivo en las relaciones docentes que se establecen a distancia. Le agradezco infinitamente a Carlos y al grupo la invitación y la experiencia que, de hecho daría pie a otro post, pero dejaré que sea el docente quien lo inicie, si así tiene a bien.

Aviso

Esta entrada corresponde al archivo histórico de Ciberescrituras (2005-2012).

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1 comentario

  1. ID: 2198590
    Los adelantos técnicos siempre han sido vistos con desconfianza al principio. A internet le ocurre lo mismo, pero con el tiempo llegará a convertirse en parte indisoluble de nuestra vida y será visto con total naturalidad. Aun suscita mucha desconfianza entre quienes no lo usan habitualmente, pero estoy convencido de que con el tiempo esa desconfianza desaparecerá. En cuanto a la pretendida frialdad de la técnica, es una idea absurda. Detrás de la técnica hay personas, hay ideas y hay un deseo de compartir tan intenso como el que existe en la llamada vida real. La confusión creo que parte de considerar la red únicamente como refugio de programadores, informáticos, locos de los cacharros y geeks en general. Y la red es mucho más. Al fin y al cabo, lo que hacemos en los blogs es escribir ideas y publicarlas, exactamente igual que se ha hecho toda la vida en revistas y periódicos. De la misma forma que escribir un email tiene menos que ver con la tecnología que con escribir una carta como las que se han escrito toda la vida.

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