And the Oscar goes to… Crash!!!


La verdad es que estoy contenta y quizás debería advertir que es la primera vez que tolero ver una ceremonia completa de la entrega del Oscar de la Academia Cinematográfica. Pero esta prometía ser distinta y lo fué. A pesar de que no me hacía muchas ilusiones, ganó la película por la que apostaba: Crash (que tradujeron como Alto Impacto). Casi todas las reseñas que leí antes y después de verla, resaltaban la relación con la Tolerancia o, más bien, la denuncia de la Intolerancia racial y étnica en los Estados Unidos de Norteamérica. Estamos de acuerdo con que este es el núcleo temático del film, sin embargo, lo que me lleva a hablar de ella apunta tambien al aspecto sistémico y de tejido humano del cual no podemos escaparnos.
¿Somos quienes somos?, ¿somos quienes creemos que somos?, ¿somos quienes los demás quieren que seamos? ¿somos lo que los estereotipos, la educación y el deber ser nos dicen que debemos ser? Vana ilusión que esta película pone, a mi manera de ver, al descubierto (tambien): no hay malos ni buenos o, más bien, todos son malos y buenos (sin ser juzgados por el lente ético de la construcción fílmica), ahora o después, todos los personajes atraviezan los límites de sus miserias, de sus seguridades, o, más bien, de sus pequeñas, míseras y falsas seguridades construídas para encontrarse de golpe (crash) con su imagen especular que les devuelve lo peor de si mismos… o lo mejor (who knows?) para al final dejar a los expectadores con más preguntas que respuestas y con una sensación de estupor y hasta vergüenza.
Desde el punto de vista narrativo, que es uno de los que le mereció una de las estatuillas de la noche, puedo decir -siempre desde lo absolutamente personal- que Crash me sorprendió desde el principio. Comencé a verla como quien comienza a ver una novela tradicional de la televisión, es decir con todos los argumentos manidos y ultra conocidos de la cinematografía comercial hollywoodense en la mente: choques, sangre, extorsión, etc., etc., etc. Cada uno de ellos fue cayendo paulatinamente bajo la fascinación de un entretejido narrativo, vital, que me sorprendía. Me gustó que no es una película de protagonistas y, más allá de la buena actuación de Matt Dillon, es claro que sus personajes, las historias y los conflictos que ellos representaban eran más importantes.
Cierro con el comentario de la crítica con la cual más me identifiqué:

Quizás la película esté demasiado centrada en los conflictos raciales específicos que se dan en el caldero multi-cultural de los Estados Unidos, sin embargo funciona como muestra de una sociedad al borde de la paranoia, donde la tolerancia ha sido sustituida por el miedo, muchas veces justificado solo por concepciones estereotipadas de las distintas etnias que conviven entre sí. Destaca por consiguiente no solo este absurdo divisionismo en una ciudad cosmopolita, moderna y plagada de gente sino la soledad a que este conlleva, el encierro, el desconocimiento del otro y de todo lo que tienen que ofrecer justamente las diferencias que nos conforman y que hacen a la diversidad del ser humano.

Mañana, al salir de la oficina, alquilo Magnolia a la cual Crash parece deberle algo. (Vaya y parece que tambien a Robert Altman que fué el homenajeado especial de la noche… Seguimos con los tejidos… ¿el azar?)

Aviso

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2 comentarios

  1. ID: 350804
    Crash es una gran pelicula, pero no la mejor, en mi opinion no se merecía el oscar a la mejor pelicula y dicho premio debía de haber recaido en Brokeback Montain.. pero ya sabemos la falsa y doble moral de los Yankis, que prefieren quedar como racistas antes que tolerar abiertamente la homosexualidad

  2. ID: 432264
    Crash es muy buena película, a pesar de seguir la tónica similar de las películas de Altman, consiguió sorprenderme, emocionarme y entretenerme desde el principio hasta el final, buen montaje, buena narración, excelentes actuaciones: Matt Dillon, Don Cheadle y esa Sandra Bullock totalmente creíble en su papel de asqueada y frustrada con su situación ( y no es de mis actrices favoritas), buen ritmo y mejor música. Excelente. Y como siempre salí del cine con la pregunta constante acerca de la posibilidad de acceder a un arma en USA, así sin más, como quien compra un par de caramelos, en fin, aberrante.

    Brokeback Mountain, no deja de ser una historia de amor que no tiene de original más que es una relación homosexual, me quedo con un clásico de este tipo de relación amorosa “Maurice” vamos le da mil vueltas.

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