Beatriz Sarlo y sus historias mínimas desde un locutorio

Un poco por nostalgia y mucho por interés, quisiera recomendar la lectura de este, como siempre, agudo e inteligente artículo de Beatriz Sarlo aparecido en El Clarin del domingo, acerca de su experiencia de una semana trabajando en locutorios de la ciudad de Buenos Aires. Sólo un añadido: nunca volteen si alguien les habla para preguntarles boludeces, sobre todo si no tienen su cartera a buen resguardo (chiste cruel).
Algunos fragmentos:

…los locutorios proliferan en la medida en que, para muchos, no hay acceso privado a Internet y la banda ancha es cara, si se piensa que usar una hora por día en locutorio sale casi tres veces más barato que tener un abono domiciliario. Así como en Nueva York prácticamente no hay locutorios, en Praga existen tantos como en Buenos Aires y uno tiende a suponer que las razones económicas son las mismas. Claro, es posible que en Praga las cosas ya estén cambiando, porque la República Checa ya entró en la Unión Europea y esta impresión tiene algunos años.

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Quienes frecuentan los locutorios saben que se podría escribir un tratado sobre el uso de Internet, simplemente observando con disimulo a los vecinos de ambos lados y cambiando de computadora a cada rato. Por supuesto, desde una perspectiva crudamente eficientista, parece inverosímil que una señora vestida de entrecasa, con apariencia de haber superado la edad jubilatoria, se pase cinco horas jugando simplemente al solitario, como en una especie e reduplicación fantasmal de su propia condición en la vida.

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No se pierdan la anécdota del anciano y la de chico que narraba su juego, por favor…

Aviso

Esta entrada corresponde al archivo histórico de Ciberescrituras (2005-2012).

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1 comentario

  1. ID: 714171
    Hola Juliana, si que los locutorios son un sigular lugar, lo hay de diferentes diseños, colores, olores y pare de contar; hace 6 años aquí en Barcelona había que caminar unas cuantas cuadras de esta ciudad que por su tamaño debes multiplicar por dos, así mismo toda una odisea encontrarlo y entrar en la cola de espera.
    Actualmente populan como si su origen se debería a “Generación Espontanea”, al entrar en ellos hay una muestra de gente del planeta, toda una aventura.
    Saludos

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