Historia de un letrero (o el poder de las palabras)

Tenía en borrador este post que, de hecho, publiqué y saqué del aire enseguida porque me enteré de una noticia que de algua manera contradecía lo que había publicado. Lamentablemente no tenia tiempo en ese momento para profundizar pero ahora me parece que merece la pena publicarlo ya que se trata un caso en el que se plantea el dilema de la originalidad y la calidad estética.

El corto ganador del Premio Cannes 2008 fue realizado por Alonso Alvarez Barreda, quien habia quedado fuera de los circuitos oficiales de su país, México. Si al verlo sienten una suerte de dejá vu no se extrañen:

Ocurre que no se trata de un argumento original ya que hay varias versiones de la historia, ya que se ha usado repetidas veces como ejemplo en la carrera de publicidad en torno a la importancia de la forma del mensaje y su impacto sobre el público. Álvarez Barreda recibió una acusación de plagio por parte de Francisco Cuenca Alcaraz, quien presentó otro video con el mismo argumento:

Basta con ver ambos videos para darse cuenta de que la anécdota es la misma pero que la manera de contarla es radicalmente distinta. Las razones estéticas que hacen que la primera supere a la segunda son bastante claras pasando por al verosimilitud y la naturalidad de los personajes hasta el manejo del tiempo narrativo y la fotografía. Interesante como ejercicio analítico y como punto de reflexión para todo lo que hacemos.

Visto en Después de Google

Aviso

Esta entrada corresponde al archivo histórico de Ciberescrituras (2005-2012).

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