En un post anterior mencioné de pasada que uno de los principales cambios que ya se están comenzando a ver en el mundo del libro es el que afecta a la producción, circulación y uso de los textos universitarios. Desde la aparición de las Wikis como instrumentos para la edición colectiva de contenidos y, por lo tanto de conocimiento, y de las plataformas de e-learning podríamos estar asistiendo a un cambio importante en las formas de enseñanza y aprendizaje, pero también en el mundo editorial por la paulatina desaparición o disminución del uso de los libros de texto.
Saliendo del letargo del microblogging
Lo escribo y no me lo creo del todo, pero sí, ya me empiezan a dar ganas de retomar este espacio. Pero de a poco, aún hay mucho vértigo alrededor, aún mucho vértigo interior, muchas cosas por hacer, resolver, organizar y tan poco tiempo para escribir que debo darle prioridad a los compromisos. Me niego a que Ciberescrituras se transforme en un compromiso aunque reconozco la importancia de darle seguimiento me he dado cuenta de que corro el riesgo de que se transforme en más de lo mismo, o, más bien, en más de si mismo.
He tenido muchas cosas que decir, muchas cosas que comentar, muchas cosas que responder. Desde el libro de Lalo Zanoni, pasando por chrome hasta llegar a algunos de los lúcidos post de Carlos Neri en Moebius.
Durante este tiempo me ha ganado el microblogging a través de twitter, facebook y tumblr y no pocas reflexiones han venido de ello de cara al futuro de los blogs y de la escritura en la web. El conflicto en búsqueda de equilibrio entre la superficialidad y el análisis, entre la velocidad y la lentitud llega a veces a límites que nos llaman a parar y es sano hacerlo.
Twistori: un experimento de streaming emocional colectivo
Vía Read/write web me entero de twistori. Lo presentan como un experimento social o al menos como la primera parte de un experimento que indaga sobre algunas de las principales emociones de las personas y la manera en la que las expresan en twitter.
Recopila anónimamente todos los twetts que coincidan con las siguientes búsquedas: i love, i hate, i think, i believe, i feel, and i wish, con lo cual generan un streaming continuo conformado por las emociones que la gente expresa a través de sus tweets. A mi todo esto me recuerda las clases que teníamos sobre análisis del lenguaje para comprender las significaciones,
La iniciativa es de @amyhoy y Thomas Fuchs inspirados en We feel fine. El resultado es ciertamente interesante: simplemente seleccionas qué es lo que te interesa saber de la gente, qué ama, qué odia, qué desea, qué quiere y empezarás a ver un scroll de los pensamientos, deseos, sentimientos y pasiones de cientos de personas.
Sobre la madurez del nanoblogging
Después de varios días de silencio a causa de mucho trabajo y de la atención puesta en asuntos más de la vida-de-todos-los-días, entro con timidez en bloglines para ir disminuyendo las lista de must reads en mis rss y me topo un post de Enrique Dans de esos que me motivan, ¡al fín! a escribir algo.
Comienza Dans citando el caso de Hugh Macleod quien a pocos días de haber cerrado su cuenta de twitter “para no perder el tiempo”, decidió volver a abrirla porque tomo conciencia de lo importante que era para él como herramienta de trabajo. Esta viñeta quedó como testigo:
Lo cierto es que este hecho le permite a Dans extenderse un poco en lo que él llama “el progresivo crecimiento del fenómeno del nanoblogging” y habla de lo que ha significado para él, no solamente en el aspecto de las relaciones personales (familiares, amigos), sino en las laborales. Yo confieso que ya cuando me preguntan que dónde he estado lo primero que pienso en decir es: “revisa mi twitter”. Jordi y yo ya echamos bromas con eso porque estamos haciendo permanente seguimiento de por dónde andamos y estudiando cómo incorporar la herramienta a los distintos desarrollos en los que nos involucramos. Hay circunstancias en las cuales ya ni siquiera tengo que estar llamando por teléfono para reportarme porque saben que con ver la pantalla podrán enterarse, días más días menos, de en qué ando.
Twitter, nativos digitales y la posible desaparición de los rss
Muchas preguntas emergen cuando leo entradas como la siguiente en la que Beth Kanter registra las respuestas de sus estudiantes para averiguar su relación con el microblogging, los rss, las redes sociales y se encuentra con que todos ellos están en Facebook, tienen amigos con los cuales se comunican a través de IM y que muy pocos de ellos siquiera sabían lo que es un lector de rss. Su uso de twitter es prácticamente nulo (de hecho, ni lo conocen) y sus nociones de tagging provienen del que hacen en Facebook y no de la necesidad de clasificar información.
Eso me lleva a pensar en lo que me ocurre a mi, y a darme cuenta de que mi lector de rss (me empeño en seguir con bloglines) ha pasado del lugar dos al 7 en el orden de apertura de mis pestañas en el navegador. El segundo, despues de gmail, es twitter, ya que es el que, de un golpe, me ubica en lo que está pasando y ha pasado en mi contexto de información.